Les quiero compartir una experiencia sobre el poder del decreto, sobre el uso del pensamiento y la palabra para crear. Por supuesto debemos estar alineados con nuestro corazón y una intención limpia.
Estaba yo en un hotel en Guadalajara cuando retomé estos días diariamente una versión en mis palabras propias de la “oración” del Dr. Joe Dispenza de la película ¿Y TU QUÉ SABES?
“… Me estoy tomando este tiempo para crear mi día y estoy infectando el campo cuántico. Ahora, si éste es de hecho el observador mirándome todo el tiempo mientras hago esto, y hay un aspecto espiritual para mi, pues muéstrame un señal hoy de que prestaste atención a cualquiera de estas cosas que yo he creado, y tráelas de una manera que yo no esperaría, así estoy sorprendido ante mi capacidad de poder experimentar estas cosas, y hazlo de manera tal que yo no tenga ninguna duda que ha venido de ti.”
Una mañana me despertaron unas palomas con su arrullo típico desde el balcón que estaba al lado de mi cama. No pensé muy bien de estas palomas, ya que estuve molesto porque me despertaron… Cuál fue la sorpresa cuando abro la ventana para ver si todavía andaba ahí una paloma: ¡Me sentí tan agradecido poder ver por la primera vez en mi vida un huevo de una paloma! Al lado de mi cabeza, durante la noche puso este huevo… Recordé la frase “tráelas de una manera que yo no esperaría”… y me sentí feliz haber podido atraer un pequeño milagro de la naturaleza…
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